Hoy en día se estima que una persona utiliza alrededor de 250 bolsas plásticas al año, lo que equivale a 97.000 toneladas de residuos a nivel mundial.
Son muchas las razones por las cuáles las bolsas plásticas atentan contra el medio ambiente. En primer lugar, la gran cantidad de energía que se utiliza para su fabricación. Por otra parte, para su composición se utilizan sustancias derivadas del petróleo, un recurso no renovable, costoso, escaso y uno de los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero el uso de recursos para su fabricación no es el único problema, sino también su desecho. Las bolsas plásticas afectan tanto a la biodiversidad acuática —en nuestra nota sobre la “Semana mundial del agua” compartimos información sobre el impacto de la contaminación con plástico— como a la terrestre y su quema produce altos niveles de contaminación y gases de efecto invernadero.
Según Greenpeace, el promedio de uso de una bolsa plástica es de 15 a 20 minutos, pero el impacto ambiental puede durar hasta 5 décadas en degradarse. ¿Un dato adicional? Su reciclaje puede ser hasta 100 veces más costoso que su producción.
¿Cómo evitar las bolsas plásticas?
Te recomendamos remplazar las bolsas plásticas por bolsas reutilizables, principalmente de tela, dado que presentan mayor resistencia y duración.
¿Y las bolsas biodegradables?
Son bolsas fabricadas a partir de una mezcla de materiales orgánicos, como por ejemplo almidón de maíz y fibras sintéticas degradables. Se degradan completamente al cabo de unos 18 meses.
¿Cómo reciclar las bolsas plásticas?
Si de alguna u otra manera una bolsa plástica cayó en tus manos, existen “puntos verdes” que son estaciones ubicadas en plazas y parques, para que puedas llevarlas, junto a otros elementos reciclables. Encontrá el punto que te quede más cerca haciendo clic acá.
Siempre que hablemos de ecología y medio ambiente, recordá la regla de las 5 R’s:
- Reducir: evitá generar residuos que no necesitamos, por ejemplo, los cubiertos de plástico del delivery.
- Recuperar: comprá cosas usadas.
- Reparar: evitá tirar y comprar, mejor repará lo que ya tengas.
- Reutilizar: buscale una segunda vida útil a las cosas.
- Reciclar: cuando un producto ya cumplió su vida útil, debe regresar a la cadena de producción como un insumo para dar vida a un nuevo producto.
Debemos tomar conciencia del daño que provoca el uso del plástico en el planeta, en particular las bolsas, y reducir su uso buscando otras alternativas o reutilizándolas para evitar el impacto ambiental que generan. Está en nuestras manos hacer algo por nuestro planeta.
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