Mascotas Registro para razas de perros peligrosas: aún no está claro qué tipo de seguro habrá que tener
Una resolución obliga a sus dueños a inscribirlos en un registro, que se habilitará en breve. Algunas pólizas de hogar tienen una cobertura de responsabilidad civil para daños hechos por los animales.
En la Ciudad de Buenos Aires hay 475 mil perros y 295 mil gatos. Se estima que uno de cada dos hogares tiene mascota. Pero en ese universo aún no se conoce cuántas personas serán alcanzadas por la disposición nueva del Gobierno porteño que exige a quienes tienen un perro "potencialmente peligroso" obtener un permiso de tenencia e inscribir al animal en un registro.
La resolución fue publicada en el Boletín Oficial el 7 de junio y determina procedimientos para el empadronamiento y la posesión de 17 razas de perros que fueron declaradas como potencialmente peligrosas por la ley porteña Nº 4078, sancionada hace diez años.
La exigencia nueva, que agrega a la ley vieja una base de identificación de los dueños de estos perros, ya está vigente aunque todavía no se habilitó el registro para hacer la inscripción ni un sistema para gestionar el permiso de tenencia.
El empadronamiento podría activarse en las próximas horas o a lo largo de esta semana. No hay tiempos definidos. Y se desconoce si existirá un plazo máximo para hacer la inscripción oficial. En mayo, un registro similar fue implementado en La Plata. En ese caso se impuso un período límite, que se cumplirá el 30 de julio. Pero en el caso porteño todavía no hay fechas establecidas.
La medida alcanza a quienes conviven con pitbull terrier, staffordshire bull terrier, american staffordshire terrier, dogo argentino, fila brasileño, tosa inu, akita inu, dóberman, rottwiller, bullmastiff, dogo de burdeos, bull terrier, gran perro japonés, mastín napolitano, presa canario, ovejero alemán y cane corso.
El dogo argentino es otra de las razas que deben ser incluidas en el registro que abrirá la Ciudad de Buenos Aires.
También incluye a perros adiestrados para el ataque, las cruzas de las razas consideradas "potencialmente peligrosas" y todo canino mestizo que pese más de 20 kilos y tenga un perímetro torácico de entre 60 y 80 centímetros, gran musculatura, mandíbula grande y boca profunda.
"A todos los inscritos vamos a ofrecerles un curso de capacitación de tenencia responsable", adelantó Carolina De Sande, titular de la Unidad de Coordinación, Sanidad y Tenencia Responsable de Mascotas, del Gobierno porteño. Será gratuito.
El control sobre el cumplimiento de la Ley 4078 se centrará, según indicó De Sande, en que el animal sea sacado con bozal, collar, correa y que esté identificado. Aunque se desconoce de qué manera eso será verificado (cuántas personas serán asignadas a esa tarea) ni está definido quién estará a cargo de esa supervisión, si será el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, la Agencia de Protección Ambiental, la Unidad de Tenencia Responsable de Mascotas o qué área.
La ley 4078, aprobada por la Legislatura porteña en diciembre de 2011, exige además que los dueños de los perros cuenten con un seguro de responsabilidad civil que cubra los gastos de los daños o lesiones que pueda causar su mascota. Ese tipo de cobertura suele estar incluida en líneas de seguros para el hogar.
Una medida para la opinión pública
"Ya que se dedica tiempo y fondos para armar este registro, sería mejor que existiese un padrón general de tenencia responsable", dice Javier Boracchia, especialista en comportamiento animal, a Clarín. Por padrón general se refiere a un censo en el que que figuren inscriptas aquellas personas que tengan un animal en sus casas y en las que por cada animal se conozca si están vacunados y/o castrados.
Ese censo, dice, no puede pensarse asociado únicamente a la agresión o a determinadas razas, como plantea hoy la Ciudad. "Un golden o un labrador criado dentro de un clima hostil o con carencias puede tener las mismas características de peligrosidad que cualquier perro que figura en ese listado -dice por la nomenclatura definida en la ley y sigue- o un perro de dos kilos con problemas de sociabilización también puede llegar a herir de manera grave. Pero si lo hace un dogo o un pitbull eso genera impacto mediático, mientras que si lo hace un schnauzer mini o un caniche pasa inadvertido o hasta causa gracia".
"Estas son medidas para la opinión pública porque no se va al origen de la cuestión, que es si la persona está capacitada o no de tener un perro", concluye Boracchia.
SC
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