Un informe del Observatorio Vial de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) dio a conocer que, a nivel país en 2017, cuatro de cada diez víctimas viales fatales viajaban en moto y que los motociclistas además estuvieron presentes en seis de cada diez incidentes viales.
El informe también da cuenta que el parque de motos creció un 37% en los últimos cinco años y hoy tres de cada diez vehículos registrados son vehículos de dos ruedas. Incluso hay provincias donde se registran más motos que autos. El organismo recuerda que, históricamente, las principales víctimas fatales en el tránsito eran los automovilistas, quienes hoy representan el 31,7%, no sólo en la Argentina sino en toda la región. Según un informe de Organización Mundial de la Salud (OMS), los motociclistas tienen una probabilidad 26 veces mayor que los automovilistas de fallecer en un siniestro vial. Al analizar el perfil de las víctimas fatales, ANSV precisa que los más afectados son los hombres de entre 15 a 24 años: “En este grupo se evidencian algunos aspectos clave como la menor experiencia en la conducción (comparada con un adulto), la baja percepción del riesgo, y la no utilización del casco”. Estas transgresiones que los motivan a tomar decisiones inseguras se apoyan en distintas creencias que luego se instalan como verdades objetivas, según datos del estudio sociocultural realizado por el Observatorio de Seguridad Vial: – Se dice lo que no se hace: en las encuestas, el 75% declara usar el casco y el 98% está de acuerdo con su obligatoriedad. Sin embargo, sólo el 65% lo utiliza. – La destreza del conductor compensa la transgresión: piensan que sus capacidades de manejo los protege de los riesgos que asumen. – La conducción a baja velocidad no es riesgosa: por ello en distancias cortas y a baja velocidad “no uso casco”. El norte del país registra los peores índices En el Noroeste Argentino (NOA) y el Noreste Argentino (NEA) se registran más motos que autos. Al crecer el registro, que en los últimos cinco años aumentó un 36,5% y tiene un impacto significativo en la composición del parque, también crece la siniestralidad. Hoy, cinco de cada diez vehículos registrados son motos en el norte y, en seis de cada diez siniestros, es protagonista este tipo de vehículo. Las provincias de Chaco y Formosa son las más afectadas, ya que en casi nueve de cada diez siniestros se registra la participación de una moto. Un escalón por debajo se encuentran las restantes provincias pertenecientes a la región norte del país. Esto tiene un correlato en la evolución de los motociclistas como víctimas fatales, ya que cuatro de cada diez fallecidos a nivel nacional y uno de cada dos en NOA y NEA corresponden a usuarios de moto. Estas regiones se caracterizan por su mayor crecimiento del parque y por el menor uso del casco en comparación con el resto del país. Uso del casco: alarmantes estadísticas respecto de otros países de la región El nivel de utilización del casco en la Argentina difiere de otros países de la región latinoamericana como Chile (99%), Perú (98%), Costa Rica (94%), Colombia (91%), Cuba (90%), Uruguay (85%) y Ecuador (84%), quedando nuestro país (65%) muy por debajo de lo observado a nivel regional. El uso de casco disminuye el riesgo y la gravedad de los traumatismos alrededor de un 72% y las probabilidades de muerte en un 39%. Sin embargo, según las jurisdicciones varía su utilización. En las zonas de mayor vulnerabilidad y altas temperaturas, como en NOA y NEA, la situación es crítica y los índices de uso de casco son los más bajos en relación al resto del país. También se observan diferencias en su utilización según edad y ámbito (urbano o rutero). El estudio Observacional de la ANSV indica que el uso del casco en el conductor es significativamente más bajo entre los menores a 18 años (24,8%). El resto de los tramos etarios se encuentran alineados a la media nacional salvo el caso de los mayores de 65 años, que tienen un uso del 50,7%. Cabe resaltar que la mayoría (64,9%) de los motociclistas se concentran en la franja etaria de 18 a 35 años, evidenciando que este tipo de vehículo es utilizado principalmente por los jóvenes. En la ruta, el conductor utiliza más el casco que en el ámbito urbano, 74,2% y 65%, respectivamente. Finalmente, los conductores de moto comerciales (83,5%) lo utilizan más que los particulares (64,6%). En lo que refiere al traslado de menores, la situación es preocupante: siete de cada diez chicos de entre 0 y 17 años no lo utilizan. Además, el 7,6% de las motos observadas trasladan menores de 16 años. Esta proporción asciende en el NOA (10,5%) y en el NEA (9,5%). A tener en cuenta a la hora de comprar un casco – Debe estar homologado. Esto garantiza que superó diversos ensayos de laboratorio, donde se verificaron sus prestaciones de seguridad, y por ello la Secretaría de Industria le otorgó el Certificado de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS). Esto organismo verifica que se cumplan con las normas IRAM que garantizan que el casco sea seguro. – La etiqueta debe contener el número de CHAS y se debe comprobar que este publicado en la web de la Secretaría de Industria. – Se debe chequear la fecha de vencimiento del fabricante y la garantía. – Los cascos se clasifican por talles. Si el tamaño es más grande se corre el riesgo de que en caso de siniestro salga despedido y no cumpla su efecto protector. Además debe estar correctamente ajustado porque, de lo contrario, es igual a no usarlo. – Hay que tener en cuenta que cuando un casco se golpea pierde su efecto de protección y hay que cambiarlo.
El informe también da cuenta que el parque de motos creció un 37% en los últimos cinco años y hoy tres de cada diez vehículos registrados son vehículos de dos ruedas. Incluso hay provincias donde se registran más motos que autos. El organismo recuerda que, históricamente, las principales víctimas fatales en el tránsito eran los automovilistas, quienes hoy representan el 31,7%, no sólo en la Argentina sino en toda la región. Según un informe de Organización Mundial de la Salud (OMS), los motociclistas tienen una probabilidad 26 veces mayor que los automovilistas de fallecer en un siniestro vial. Al analizar el perfil de las víctimas fatales, ANSV precisa que los más afectados son los hombres de entre 15 a 24 años: “En este grupo se evidencian algunos aspectos clave como la menor experiencia en la conducción (comparada con un adulto), la baja percepción del riesgo, y la no utilización del casco”. Estas transgresiones que los motivan a tomar decisiones inseguras se apoyan en distintas creencias que luego se instalan como verdades objetivas, según datos del estudio sociocultural realizado por el Observatorio de Seguridad Vial: – Se dice lo que no se hace: en las encuestas, el 75% declara usar el casco y el 98% está de acuerdo con su obligatoriedad. Sin embargo, sólo el 65% lo utiliza. – La destreza del conductor compensa la transgresión: piensan que sus capacidades de manejo los protege de los riesgos que asumen. – La conducción a baja velocidad no es riesgosa: por ello en distancias cortas y a baja velocidad “no uso casco”. El norte del país registra los peores índices En el Noroeste Argentino (NOA) y el Noreste Argentino (NEA) se registran más motos que autos. Al crecer el registro, que en los últimos cinco años aumentó un 36,5% y tiene un impacto significativo en la composición del parque, también crece la siniestralidad. Hoy, cinco de cada diez vehículos registrados son motos en el norte y, en seis de cada diez siniestros, es protagonista este tipo de vehículo. Las provincias de Chaco y Formosa son las más afectadas, ya que en casi nueve de cada diez siniestros se registra la participación de una moto. Un escalón por debajo se encuentran las restantes provincias pertenecientes a la región norte del país. Esto tiene un correlato en la evolución de los motociclistas como víctimas fatales, ya que cuatro de cada diez fallecidos a nivel nacional y uno de cada dos en NOA y NEA corresponden a usuarios de moto. Estas regiones se caracterizan por su mayor crecimiento del parque y por el menor uso del casco en comparación con el resto del país. Uso del casco: alarmantes estadísticas respecto de otros países de la región El nivel de utilización del casco en la Argentina difiere de otros países de la región latinoamericana como Chile (99%), Perú (98%), Costa Rica (94%), Colombia (91%), Cuba (90%), Uruguay (85%) y Ecuador (84%), quedando nuestro país (65%) muy por debajo de lo observado a nivel regional. El uso de casco disminuye el riesgo y la gravedad de los traumatismos alrededor de un 72% y las probabilidades de muerte en un 39%. Sin embargo, según las jurisdicciones varía su utilización. En las zonas de mayor vulnerabilidad y altas temperaturas, como en NOA y NEA, la situación es crítica y los índices de uso de casco son los más bajos en relación al resto del país. También se observan diferencias en su utilización según edad y ámbito (urbano o rutero). El estudio Observacional de la ANSV indica que el uso del casco en el conductor es significativamente más bajo entre los menores a 18 años (24,8%). El resto de los tramos etarios se encuentran alineados a la media nacional salvo el caso de los mayores de 65 años, que tienen un uso del 50,7%. Cabe resaltar que la mayoría (64,9%) de los motociclistas se concentran en la franja etaria de 18 a 35 años, evidenciando que este tipo de vehículo es utilizado principalmente por los jóvenes. En la ruta, el conductor utiliza más el casco que en el ámbito urbano, 74,2% y 65%, respectivamente. Finalmente, los conductores de moto comerciales (83,5%) lo utilizan más que los particulares (64,6%). En lo que refiere al traslado de menores, la situación es preocupante: siete de cada diez chicos de entre 0 y 17 años no lo utilizan. Además, el 7,6% de las motos observadas trasladan menores de 16 años. Esta proporción asciende en el NOA (10,5%) y en el NEA (9,5%). A tener en cuenta a la hora de comprar un casco – Debe estar homologado. Esto garantiza que superó diversos ensayos de laboratorio, donde se verificaron sus prestaciones de seguridad, y por ello la Secretaría de Industria le otorgó el Certificado de Homologación de Autopartes de Seguridad (CHAS). Esto organismo verifica que se cumplan con las normas IRAM que garantizan que el casco sea seguro. – La etiqueta debe contener el número de CHAS y se debe comprobar que este publicado en la web de la Secretaría de Industria. – Se debe chequear la fecha de vencimiento del fabricante y la garantía. – Los cascos se clasifican por talles. Si el tamaño es más grande se corre el riesgo de que en caso de siniestro salga despedido y no cumpla su efecto protector. Además debe estar correctamente ajustado porque, de lo contrario, es igual a no usarlo. – Hay que tener en cuenta que cuando un casco se golpea pierde su efecto de protección y hay que cambiarlo.
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