Las compañías tienen gran parte de sus inversiones en bonos públicos que perdieron valor, no pueden subir sus pólizas tanto como el precio de lo asegurado y enfrentan el desafío de digitalizarse
Inmersas en la transformación digital que les exigen el mercado y los clientes, las compañías de seguros enfrentan un 2020 con varios desafíos: solucionar la falta de solvencia que les provoca tener parte de sus inversiones en bonos con los que ahora no pueden obtener liquidez, sobrevivir a la guerra de precios desatada en el sector y aggiornarse a un nuevo perfil de asegurado que cada vez opera más desde aplicaciones móviles.
A todo lo anterior hay que sumarle la realidad macroeconómica en la que actúan estas empresas: en el sector se estima que, al igual que en 2019, el mercado estará afectado en sus ventas debido a la crisis económica y a la caída de la actividad impulsada por la baja en la venta de automóviles. Además, el nuevo impuesto a los autos y la caída de inversiones serán dos factores que complicarán aún más el escenario.
Gonzalo Santos Mendiola, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, afirma que el contexto macroeconómico implica que los consumidores tienen menos margen para proteger sus activos, porque deben destinar sus ingresos a otros rubros de mayor necesidad. "Por eso, somos totalmente conscientes de que las aseguradoras no solo competimos entre nosotras, sino también con los gastos que tienen nuestros clientes, como alimentos, vivienda, servicios públicos, impuestos, salud y educación", dice.
Otra preocupación sectorial es la imposibilidad de adecuar las sumas aseguradas a la suba de los costos e indemnizaciones que sí acompañaron a la inflación y a las devaluaciones.
Ary Gerson, CEO de Orbis Compañía Argentina de Seguros, comenta que, con vistas a lo que será 2020, lo ideal en un principio sería recomponer las tarifas, porque el tema en esta actividad, y más en lo que tiene que ver con autos, es que los costos no acompañan a la inflación, sino al dólar. "Cuando hay devaluaciones como las de los últimos dos años, el desfase entre nuestros costos y lo que podemos cobrar al asegurado es muy grande. Hoy, todas las compañías estamos muy golpeadas por este tema", señala.
Además, según indica Guillermo Bolado, exvicesuperintendente de Seguros de la Nación, el ajuste de las indemnizaciones, a tasas de interés reales, se contrapone con el retraso en la adecuación de las sumas aseguradas y precios de coberturas, deviniendo en la situación actual de quebranto técnico del sector. Para el especialista, quienes sufren las consecuencias de estos problemas son los asegurados y las víctimas de siniestros , porque se les retarda el cobro de sus indemnizaciones, reciben las mismas disminuidas o deben judicializar sus reclamos.
Bolado coincide en que el tema de la insolvencia y falta de liquidez no es menor. "El Estado Nacional, encargado de controlar la solvencia del sector y las buenas prácticas, dirigió las inversiones hacia instrumentos que perdieron su valor nominal (y su renta), generando un peligroso problema de liquidez a las aseguradoras", subraya.
En este sentido, Andrés Quantin, CEO de Mercantil Andina Seguros, relata que en el sector están todos atentos a la reestructuración de la deuda, porque tienen sus inversiones reguladas por la Superintendencia. "Si hay un buen acuerdo por la deuda, los bonos que teníamos y que perdieron entre 30 y 40% de su valor podrían llegar a recuperarse. Esto que pasa hoy impacta en el pago de los siniestros de largo plazo", destaca el ejecutivo.
La irrupción de la tecnología, en tanto, empieza a cambiar parte del negocio. Gerson dice que Orbis es un poco punta de lanza en este aspecto, con fuerte inversión en inteligencia artificial, entre otras. "Esto trae también un giro en la comercialización, que hasta ahora se hacía 100% mediante productores, pero que, a partir de que muchos clientes lo piden, se hará cada vez más a través de apps o multicotizadores. Igual, nosotros mantenemos un mix, porque queremos seguir haciendo partícipes a los productores, que siguen danto un servicio que estas plataformas aún no ofrecen", agrega.
Quantin reconoce que hay un impacto fuerte de algunas tecnologías en su negocio y que se ha trabajado mucho en la digitalización de la documentación. "Además, las nuevas tecnologías llevan a una personalización detallada y una omnicanalidad, en la que el cliente ya no solo trata con el productor, sino también en forma directa con la compañía de seguros. Por eso, todas estamos invirtiendo mucho en manejo de datos , inteligencia artificial, optimización de procesos y poner a disposición de los clientes herramientas digitales", enfatiza el ejecutivo.
Por eso, Santos Mendiola concluye que el gran desafío está referido a la evolución de su modelo de negocio y a su modelo operativo, siendo la transformación digital un eje fundamental en la mejora de la experiencia de los clientes para, adicionalmente, lograr una industria más eficiente. "Esta industria es altamente ineficiente, porque gasta más del 50% de las primas que pagan los clientes en administrar la plata de la mutualidad y en distribuir y vender sus productos. Menos del 50% de lo que aportan los clientes a la mutualidad vuelve a ellos en indemnizaciones", expresa.
Por: Carlos Manzoni
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